10 dic 2012

Sábado, 24 de Noviembre de 2012




El despertador suena a las 6, ya es de día, está nublado pero no llueve. Bajamos y nos vamos directamente hacia la estación de Ueno para coger el Shinkansen hacia Utsunomiya. Wil está con el resfriado de nuevo en todo su apogeo y a base de pastillas; yo veremos si vuelvo a pillar algo x_x El JR Rail Pass es una tarjeta grandota q hay q enseñar en información para q te dejen pasar porque los billetes normales q te dan, la máquina los rechaza. Encontramos el andén al Shinkansen, vamos a la marca en el suelo que indica las puertas de nuestro vagón, y esperamos a que la puntualidad suiza de los japoneses haga el resto.


El viaje en Shinkansen, de lujo: 40 mins a gran velocidad parando sólo en unas pocas estaciones y apenas el tiempo justo en abrir puertas y dejar q se mueva la gente. Bajamos en Utsunomiya y de ahí tren local hasta Nikko, a una hora de distancia q paso viendo un capítulo de Walking Dead en el iPad :p Bajamos en un pueblecito de montaña, subimos una calle muy amplia hacia la estación de autobuses y compramos un bonobus para subir a Nikko todo el día.

Nada más comprar el ticket especial cogemos el autobus q nos sube gasta más de 1200 mts de altura, a otro pueblecito desde el que se visita la cascada Kegon (Kegon Falls), una caída de agua de casi 100 mts rodeado de rocas, árboles, y nubes de agua vaporizada. Si tenéis vértigo id con cuidado q la vista puede marear XDD Las fotos de detalles de la cascada con una cámara con al menos 10x de zoom pueden ser inolvidables.


En el mirador puede comprarse ticket para bajar en ascensor hasta el pie de la cascada y hacer más fotos desde la comodidad de otro mirador equipado con tiendecita de recuerdos y máquina de bebidas (aparecen por generación espontánea!!). Recorremos el túnel, y subimos de vuelta por el ascensor excavado en la roca rodeados de japoneses jóvenes, viejos, parejas, familias, y perros en brazos y con jerseys y ropitas q están visitando la cascada. Ayer fue la fiesta del trabajador, hay puente y el turismo interno está que se sale. Choca ver a las chicas tan arregladas y monas como son las japonesas, con taconazos, medias, minifaldas y volantes o pantalones q lo parecen... subiendo y bajando escalones y desafiando el frío y la humedad de la montaña q no es poco!! Hay nubes y claros q dejan pasar el sol y eso ayuda a suavizar mucho el clima. Volvemos al pueblecito de la cascada y lo atravesamos para hacer fotos al lago Chuzenqui, enorme y navegable con barquitas en forma de cisne.


La tonelada de agua por segundo que tira la cascada viene de aquí, y recorrer las orillas puede ser muy bonito pero el viento es gélido y el resfriado de Wil parece estar digievolucionando en Gripazón. Mientras buscamos dónde comer, de pronto dos japonesas muy puestas q iban delante nuestro chillan asustadas y se nos cruza lo que nuestras mentes clasifican inicialmente como perro grande raro que al fijarnos es un mono grande como un pastor alemán, de pelo canela tirando a rubio, culo pelado y que pasó por la acera y atravesó tranquilamente entre los coches parados por el atasco (he añadido foto al final q esto no deja insertar -vaya telaaaa-). ¡Habíamos visto carteles de "cuidado: monos", pero no esperábamos ver ninguno y menos con tanto gentío! Encontramos un localillo con carteles en inglés regentado por un sr mayor y su esposa donde hacen un curry y unas gyozas excelentes *_*



Son las 12, y hacemos bien en comer temprano porque el bus de vuelta a Nikko queda atrapado casi al final del trayecto por una caravana de centenares de coches q van a los templos más importantes de Japón y Patrimonio de la Humanidad. Los momijis a esta altura muchos aún están verdes, bastantes amarillean y unos pocos son realmente espectaculares de verlos en tonos rojos desde el clarito hasta un rojo fuego realmente llamativo. El sol acaba de adueñarse casi por completo, pero Wil está muy KO y antes de entrar vamos a un café (es un decir) y nos tomamos un chocolate caliente (cola-cao con agua ^^UU). En fin, no todo es perfecto XDDD Entramos a los templos muy despistados porque entre q todo está lleno de gente, q el bus nos ha dejado en una parada distinta a la primera vez hace unos 4 años y q diría q han "urbanizado" más la zona turísticamente hablando, pues no nos orientamos y el error es seguir al rebaño humano porque sí, llegamos al Toshogu Shrine, templo de los tres monos (uno tapándose los ojos, otro la boca y otro los oídos), con la gran pagoda, el templo en reconstrucción (creo q ya lo estaba hace 4 años), la talla del gato durmiente en el arco de acceso a la tumba de Ieyashu, etc.



Bien, compramos la entrada y seguir a la gente implica hacer GRANDES colas, estar rodeado de gente constantemente, y sufrir los empujones más educados del mundo civilizado XDD Nos quedamos sin ir al templo del Dragón por las colas, y al salir de ese recinto escuchamos los avisos de que están cerrando los templos. ¡Son las 4! A medida q bajamos a la entrada, la luz dorada del sol del atardecer en los momijis rojos es una mezcla preciosa para hacer fotos, y lo que se tarda en coger de nuevo el bus y bajar unas paradas más allá para fotografiar el puente milenario sobre el río, ya se hace de noche (aquí tampoco hice fotos con el móvil, la añado al final jejeje).
A las 5 parece que sean las 10 hora Española; la gente va desapareciendo, el frío llega a su máxima expresión y decidimos buscar un pequeño local q a Wil le han recomendado por internet donde hacen buena comida (gyozas y pollo) y las paredes están llenas de notitas y saludos de clientes de todo el mundo. Una estrecha entrada de luertas rojas y estamos dentro con unos franceses y unos creo q alemanes. Pedimos pollo y bolas de carne en brochetas acompañadas de arroz blanco y fideos especiados picantes; además de gyozas. Éstas estàn casi tan bien como las del local de la mañana, la carne no está mal pero tampoco destaca, y el acompañamiento es pasable ^^U El local pequeño pero acogedor, con notitas algunas del 1998, fotos, monedas y billetes, un carnet jove y una VISA... hasta el techo ^^U


Leemos muchos españoles y catalanes, dejamos nuestra nota de rigor, y salimos al infierno helado q en minutos cala hasta los huesos. De nuevo bus hasta la estación donde coger el tren, luego el Shinkansen, y finalmente al hotel bajo el clima amable de Tokyo.


El bullicio del sábado noche contrasta con la solitud de Nikko. Al llegar al hotel, el WiFi falla y Wil se va al onsen y yo a hacerme un té verde en la habitación, a ducharme, a relajarme y a escribir esto :) Tras una minicena a base de takoyakis q compramos ayer, a dormir!
Fotos añadidas:

¡¡El mono!!

El puente Shinkyo
Y me dejaba que antes de entrar en el templo principal de Nikko, encontramos el templo Futarasan Jinja, dedicado al amor y que celebraba algún tipo de festividad; habían montado una especie de Stargate y las parejas (y el resto de gente q quisiera) debía pasar por debajo dos veces haciendo el símbolo del infinito. Allí compramos y dejamos una tablilla de buenos deseos :)



Wil es consciente de que está mal escrito... ahora... XDD

Entrada original en LiveJournal

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