30 jul 2016

Trip to NY - 29/07

Me despierto sobre la 1 oyendo un tap-tap-tap rítmico en el aire acondicionado, primero pienso que quizá es un temporizador, pero está lloviendo y es una gotera de un canalón; estoy tan cansado que sigo durmiendo pese al ruidito, hasta las 2 que vuelvo a despertarme con mucho calor; abro la puerta de la terraza y dormito con la paranoia de que entre alguien. Sobre las 3 cierro de nuevo, sigue el puñetero tap-tap-tap y dormito hasta las 4 pasadas. A las 4 y media ya estoy despierto, Wil al poco también está levantada y sigue diluviando. El wifi no va, no podemos reservar coche con uber y 1 simple mega cuesta 11 eurazos así que decidimos cambiar el billete a otro día para no perderlo, desayunamos, escribo estas notas, y descubro una silla plegable en la terraza que coloco estratégicamente en ángulo sobre el aire acondicionado para que la gota que cae del canalón justo encima, no haga este repiqueteo rítmico de temporizador.
A las seis y pico, sin nada que hacer, nos quedamos fritos hasta las 9 que volvemos a la vida. Aún lloviendo, salimos armados con un paraguas hacia Central Park y allí un bus hasta el MET (Museo metropolitano) y como aún no ha abierto, acabamos tomando un capuchino caliente en un sitio cercano caro y pijo llamado Eat, porque hace ¡¡fresco!! Dentro no ayuda el aire acondicionado, pero la comida muy bien y aunque el café es bastante insípido, nos entona y al salir ya no llueve y parece que hasta vaya a salir el sol.






Entramos en el museo, pagamos la entrada de valor voluntario (recomiendan 25$ por persona), dejamos trastos en la consigna y las interminables salas, pasillos,  y recovecos nos abducen: exposiciones de piezas arqueológicas egipcias, grecoromanas, americanas... cuadros, grabados, estatuas, templos enteros o parte de ellos... armas, armaduras... ¡es interminable!

















En un día no puede verse todo, nos perdemos, repetimos pasillos, y terminamos molidos. Dentro del museo hace demasiado fresco en muchas salas, pero el wifi es bueno y constante y cazamos algunos pokémon XDD A medio día salimos a hacer un Hot Dog  a las paradas ambulantes del exterior del museo bajo un sol de justicia que empieza a hacer de las suyas.



Hay muchísima gente, el museo bulle y nos zambullimos de nuevo a seguir viendo más partes que nos ha faltado tiempo por la mañana.












Terminamos en la cafetería, con otro insípido café y agua fría gratis a discreción, "tap water", algo genial allí donde vas pero por lo que en casa nos cobran y nos miran mal si pedimos. Aprovechamos para cazar algunos pokémon molestos que viniendo de Central Park, pretendían merodear por la cafetería...




Pasan de las seis de la tarde cuando salimos: paseamos de vuelta haciendo fotos al Gugenheim y en Central Park con una maravillosa puesta de sol.









Al llegar al apartamento, hemos comprado cuatro cosas más en el supermercado para cenar, pero apenas son las ocho, así que hacemos merienda tardía en la terraza, una finísima llovizna nos pasa rozando y se desvanece, y el rato hasta la cena lo ocupo entrando al router del edificio, que sigue medio KO después de todo el día pese al aviso al propietario, y lo reinicio y tira mejor (al menos ahora hay conexión aunque sea con altibajos, antes ni eso).


Cenamos en la terraza con las luces encendidas, un tiempo magnífico y ganas de ver más de esta ciudad.

Trip to NY - 28/07

Día soleado en New York, muy caluroso. En la habitación, hemos tenido que abrir la puerta de la terraza para que entrará aire porque no hay ventanas para abrir y el aire acondicionado hace un ruido infernal. Nos vestimos, desayunamos cereales  (en el reverso de la caja hay un quiz infantil de presidentes americanos), miramos mail y mensajes con el wifi y sobre las 8 o así después de haber dormido como 11 horas, salimos a la calle en busca del metro para ir al centro.




Cogemos la línea 6 verde desde el 103 de Lexington hasta Grand Central y ahí la 7 hasta Times Square. Se abre ante nosotros un mundo de rascacielos y pantallas publicitarias gigantes, bajo un sol que ya empieza a ser de justicia. Llegamos hasta las gradas rojas bajo las que están las taquillas con los descuentos para los musicales, con la idea de hacer cola para comprar para uno.







Es demasiado temprano, así que vamos a un Starbucks cercano, pillamos un frapuchino de café y un cinnamon bun, probamos el pokémon Go que con lo inestable de los wifis funciona a ratos aunque conseguimos pillar un par de tipo eléctrico , y ya sí a la cola de entradas que pillamos casi al principio, y en cosa de unos minutos estamos delante de taquillas con Wil pidiendo las entradas: matinée de El Fantasma de la Ópera a las 14:00. Hacemos fotos desde las gradas, paseamos y entramos a una Disney Store donde compramos una botella metálica de Stitch para estos días llevar en la mochila, vamos a una enorme tienda de M&M"s lleno de merchandising y decenas de tipos distintos de los Lacasitos americanos.



No pillamos nada, todo carísimo; seguimos buscando el Toys'R'Us pero no parece estar donde debiera (quizá han cerrado...) así que sobre las 12 enfilamos hacia el Ellen's Stardust Dinner, que es un restaurante donde los camareros cantan y bailan mientras se abren camino en el durísimo mundo del espectáculo de aquí. Pillamos una hamburguesa yo y un plato de pasta Wil, mientra disfrutamos del ambiente acogedor y las canciones de musicales que van intercalando cada poco rato los camareros.






Salimos como hora y pico más tarde, con la idea de volver a un Starbucks pero decidimos no ir al más cercano sino a otro más próximo al Majestic, ¡y suerte que lo hacemos así porque nos cuesta encontrar el lugar y llegamos justo a media hora de la función! Nos sentamos bastante cerca y sólo ligeramente lateralizados, las entradas están muy bien.




La obra es de las más famosas, el atrezzo y los decorados y los efectos son brutales, las actuaciones y las canciones magníficas, lástima de mi inglés y mi oído que me pierdo muchas cosas (suerte que Wil me exolica), pero lo disfruto igual. A la salida, a las 4 y algo, tiramos hacia la tienda de la HBO donde arrasamos con merchandising de Juego de Tronos. A la salida se está nublando, tenemos hora y pico hasta que cierre la biblioteca pública de New York, famosa y escenario de una de mis películas favoritas: el Día de Mañana ;)  Llegamos a Bryant Park que está justo delante, entramos por un lateral sin darnos cuenta, y recorremos las diferentes salas y pasillos.






La principal y más icónica, de mesas alargadas y lamparitas de lectura y paredes llenas de libros, está temporalmente cerrada, así que acabamos saliendo ahora sí por la entrada principal bajo una finísima llovizna, paseamos por Bryant Park y descartamos ir al Top of the Rock del Rockefeller Center porque con las nubes no se verá la puesta de sol. Volvemos sobre nuestros pasos y entramos en la exposición "Star Wars: the Power of Costumes", y nos pasamos ahí dentro hasta que cierran a las 8, admirando los trajes de la saga, haciendo montones de fotos a los trajes de Amidala, de la princesa Leia, stormtroopers, Darth Vader, el ewok Wicket, Yoda, el senador Palpatine, y un agregado pata el Despertar de la Fuerza, con los trajes de Rey, Finn y Poe.












Wil está como loca revoloteando como un colibrí de traje en traje haciendo fotos demasiado cerca y haciendo saltar las alarmas, chocando con separadores que casi no se ven, buscando detalles y tipos de telas y todo por si a ella o alguien conocido le da por hacerse alguno de los trajes.











A la salida de la exposición, como tres pantallas tamaño persona en que si te colocas delante aparece un stormtrooper o Darth Vader en 3D imitando tus movimientos. La gente haciendo disparos y poses, y la Wila haciendo bailar la macarena y un baile sensual a Darth Vader (*sigh*). Antes de entrar nos tomamos un cupcake, y a la salida casi nos echan del edificio XDD Ha caído la noche, sigue lloviznando, y volvemos a casa.



Las bocas de metro de la 6 están todas cerradas y acabamos dentro de la Central Station para preguntar, sólo que vemos que ahí hay entrada al metro y allá que vamos. El destartalado metro que parece de lata nos deja de nuevo en nuestro  barrio, siguen cayendo gotas, Wil se queja que en este país no sabe llover, y llegamos al apartamento. Nos ducharnos, cenamos baguels como ayer, Wil busca la ruta para mañana Washington, terminamos descargando Uber para que nos deje en la salida del bus, pero hay que pedir el coche justo antes de salir, así que alarma a las 4:30 y a dormir.