10 dic 2012

Jueves, 29 de Noviembre de 2012




El despertador suena a las 8, hace sol y en estos futones con colchón grueso se duerme de fábula. Desayunamos onigiris de salmón y nos dirigimos a la estación, donde compro los bonobus de un día q necesitaremos y Wil reserva los Shinkansen del resto del viaje. Toca ir en bus, al Kinkakuji o el Templo Dorado. Hace buen día y apenas frío, por lo q está lleno de turistas (tanto japoneses como extranjeros) y escolares uniformados de diversas escuelas e institutos, de excursión.

Nada más comprar la entrada y acceder, en el lago en una roca frente al templo, una grulla posa impávida. La gente no para de hacerle fotos, y ella lo máximo cambia de piedra y se atusa las plumas.

Photobook al canto XDD La luz ténue del sol q se está tapando, los momijis con sus tonos rojizos... pintan un cuadro impresionante.


A la salida compramos algunos recuerdos, y salimos a coger el bus q nos deja en otro templo emblemático, el Ginkakouji que también debería haber sido de plata y al final no lo fue (creo q porque gastaron demasiado en el oro del primero y no les llegó para el segundo).


Cuando llegamos se ha nublado del todo y hace más frío, pero al menos no llueve. Compramos entrada, nos dejamos llevar por la gente a medida q hace el recorrido perlado de momijis y ginkos (otros árboles muy típicos de hoja con forma de abanico y color totalmente amarillo), subiendo hasta la parte más alta en que se ve el templo y una gran vista elevada de la ciudad.

A la salida, tras hacer alguna compra cogemos el autobús a Kiomizu-dera, un trayecto corto que tardó unos 20 minutos por el gran número de paradas y que fue una tortura porque el bus iba lleno hasta los topes y sólo faltaba el típico empujador de los trenes en hora punta. Creo q este fue uno de los momentos en que más echamos de menos al grupillo owil, ya q una situación de lata de sardinas parecida la vivimos con ellos en nuestro anterior viaje :D y el roce hace el cariño XD



Llegamos a la zona y subimos por una calle empinada y tradicional, llena de comercios y que comienza con una gran pagoda como para ir abriendo boca de lo que vendrá. Al final se une a la calle principal q sube al templo y a la estructura de madera oscura que sobresale a modo de mirador por encima del camino de salida que hace zig-zag y que termina en la famosa fuente de los tres caños en que uno es para la salud, otro para el dinero y otro para el amor y sólo puedes beber de uno XDD



También está el minitemplo dedicado al amor, con amuletos para parejas, matrimonios, mujeres q quieren quedar embarazadas... y las piedras talismán en las que se tiene q andar de una a otra con los ojos cerrados para tener suerte en el amor. Allí compramos dos amuletos para las parejas casadas, justo antes de que lo cerraran todo ¡un minuto más entretenidos en algún otro sitio, y no llegamos!

Y es que a las 6 cierran todo el templo y lo vuelven a abrir para entrar con una entrada diferente y verlo iluminado y también con los árboles iluminados (evento especial de otoño).

Pero estamos muy cansados y la cola para volver a entrar es KILOMÉTRICA, así a pillamos el bus a esta vez va vacío, y a las 20:00 estamos de nuevo en la estación de Kyoto, muertos pero con suficiente ánimos para buscar un Daiso (localizado detrás de la estación, en un gran centro comercial) pero es pequeño y no tienen tanta cosa como pensábamos. A la salida, ahora sí hechos polvo, pasamos por el convini a comprar la cena (gyozas y onigiris) y al hotel a comer viendo un par más de capítulos de Sword Art Online ;)

La calle de nuestro hotelillo; no es tan oscura como parece y en este pais tiene su encanto (en otro, probablemente te lo pensarías varias veces antes de meterte).

Entrada original en LiveJournal

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