6 ago 2016

Trip to NY - 04/08

Otro día soleado en Nueva York. Hoy el aire ya es más caluroso y húmedo, y la sensación no llega a la de Washington pero aproximándose peligrosamente; supongo que una vez dejamos atrás las lluvias, el verano toma el control absoluto de la situación. Nos levantamos sobre las 9, desayuno a base de tortitas y cuando nos quitamos la morriña de encima, metro al sur, de nuevo hasta Brooklyn pero a lo más al sur posible: bajamos en Coney Island.


En algun momento parece que fue una isla, alargada, pegada a la costa, pero ahora es una península perfectamente conectada a tierra. Bajamos bajo un sol radiante, la brisa del Atlántico es refrescante y nos dirigimos a la playa atravesando un típico parque de atracciones americano, Luna Park.




Nos sentamos un rato en la arena, Wil se baña y yo contemplo la mezcolanza de gentes que hay tomando el sol y bañándose. Mucha gente, especialmente latinos, parece bañarse vestida con camiseta y shorts (e imagino que el bañador debajo).




Hay lavabos para cambiarse cada cierto espacio, vigilantes en sus torres, y una especie de gaviotas más pequeñas que las que estamos acostumbrados a ver, de cabeza negra y pico fino, que vuelan rasantes y aprovechando las corrientes, hasta estáticas encima de la gente vigilando por si les dan algo. Paseamos por la zona, visitamos el parque de atracciones, comemos algo en un chiringuito de los muchos que hay de perritos calientes, hamburguesas, pizzas, helados... 






Sobre  las 3 volvemos al metro dirección a Manhattan. Nos situamos en la primera avenida con la primera calle (First of first y variaciones de estos nombres, eran lo más habitual en los comercios de la zona).




Bus subiendo por la primera avenida, hasta parar en el edificio de las Naciones Unidas con todas las banderas ondeando en la verja.



De ahí caminando hasta el edificio Chrysler, luego la enorme Estación Central, y de ahí y seguimos caminando hacia el Empire State parando a medio camino en un Starbucks.





Justo al lado del colosal rascacielos, hay una tienda Game Stop y en su interior una Think Geek. Videojuegos, figuras, camisetas, pósters, bolsas, bolsos, fulards... todo temática geek de Star Wars, Star Trek, super héroes, videojuegos... ¡el Paraíso! Wil se vuelve loca y compra un bolso enorme con forma de grimorio muy currado, unos foulards y nos enteramos de la ubicación de una tienda de Nintendo que planeamos visitar otro día.



Salimos al rato, visitamos Korea Town, vemos el centro comercial Macy's pero lo dejamos y vamos a hacer cola al Empire State.





Hay varios pases, de ellos el City Pass y el Explorer Pass. Con el primero, te saltas la cola de 40 minutos para subir; con el segundo pese a ser muy parecidos, NO. Así que tocó hacer 40 minutos de cola dentro del edificio para poder subir hasta el mirador. Al respecto de éste, hay 3. El de la planta 80 que son todo ventanas a los cuatro lados; hace de antesala a los otros dos pero está menos masificado y se pueden hacer fotos más cómodamente; también está la tienda del rascacielos, pero hay que hacer la cola de salida para entrar en ella.





Según la entrada comprada, te permite subir hasta el abarrotadísimo mirador de la planta 86, en el que se puede salir al exterior y hacer peligrosas fotos exponiendo carísimos aparatos electrónicos a una caída de centenares de metros a través de la reja. Y cuando digo abarrotado, es ABARROTADO. La gente se espera a la caída del sol y a que se haga de noche completamente, para hacer fotos y se apelotona contra la valla, a dos filas, colapsando el espacio de paso alrededor del bloque central del edificio. Incluso hay carritos de niños pequeños, no fear!!







Pagando un plus, se puede subir al observatorio del piso 102, más pequeño y exclusivo y deduzco que menos masificado. Desde el 86 se puede volver al 80 en ascensor, y de ahí vas directo a la tienda y a la salida; o bien bajando por las escaleras pero hay que volver a hacer cola para salir, aunque a cambio esto permite quedarse en la planta 80 merodeando un rato más, si es demasiado agobio la 86.







Para bajar, tocan otros cuarenta minutos aprox, pasas por la tienda, y a los ascensores que bajan a toda velocidad. De ahí, a las diez aproximadamente, volvemos a la zona coreana y cenamos en Miss Korea BBQ (o similar), que la dejan bien y realmente lo estuvo: una ración de carne de cerca fileteada y troceada y cocinada ahí mismo en la mesa por el camarero gracias a un fogoncillo. Acompañada la carne de diversas salsas y encurtidos y el equivalente coreano a las gyozas.



Tras la cena, metro y al apartamento de nuevo. ¡Mañana más y enfilado la recta final del viaje!

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