4 ago 2016

Trip to NY - 01/08

Día nublado, primero de agosto. No hace demasiada calor, y tal cual nos levantamos hacemos un desayuno rápido y hacia el metro, con transbordo al bus que nos deja en el muelle donde está anclado el USS Intrepid, un viejo portaaviones que estuvo en servicio en los años 70 y que ahora goza de un retiro como museo.





Alberga también un pabellón con la lanzadera espacial Enterprise, y acoge una exposición especial por el 50 aniversario de Star Trek. Tenemos entrada para todo ello, así que bajo un cielo encapotado, entramos a admisión y de ahí escaleras hasta el primer nivel visitable, una cubierta donde de forma *guiada* y con *indicaciones* (* a diferencia de ayer) se va recorriendo los camarotes de los oficiales, la sala del ancla, las literas de los marineros rasos, la sala de comunicaciones, la cantina, la sala del timón... en cubierta aviones de combate de diversas épocas, helicópteros, y uno de esos aviones negros supersónicos que casi parecen una nave espacial.











La torre del portaaviones es impresionante con sus características antenas y configuración que todos hemos visto en series y películas.





Y a un lado, una sección especial, una carpa enorme en la pista, con la exposición permanente del Enterprise. Entrar se paga aparte, pero nuestra entrada lo incluye. Tal cual estamos dentro nos hacen una foto sobre chroma-key, y nada más recorrer un pasillo perlado de citas previas al despegue, se abre el hangar del Enterprise, suspendido a media altura y con un nivel elevado para hacer mejores fotos desde el morro. Cuesta conseguir una buena instantánea, ni haciendo panorámicas se consigue del todo bien, pero es impresionante, mucho más grande de lo que parece.




Alrededor, paneles y *pantallas* y a los pies una reproducción de una lanzadera del Enterprise (la nave de Star Trek), la Galileo.





A la salida del hangar, tienda de la NASA y opción a quedarte con la foto de antes: han sobreimpreso el Enterprise y quedamos de fábula.


Pillo la foto (carísima) y bajamos a tierra y pasamos a la exposición especial de Star Trek (Fleet Academy Experience) con pase VIP que simplemente permite entrar a cualquier hora y no a las programadas. Hace gracia el cartel indicando que se admiten cosplays, menos los que tapen la cara XDD Nada más entrar nos dan como un reloj digital blanco con el logotipo de la Federación, que almacena el nombre y algunos otros datos que se entran en las pantallas de bienvenida.


Hay varias grandes zonas, perfectamente ambientadas en el mundo de Star Trek: Enfermería, Ingeniería, Armamento, Comando, Diplomacia... En cada zona, exposiciones de uniformes originales, plafones informativos, pantallas interactivas, y hasta un holograma interactivo para ver diseños de las distintas naves estelares (de control muy impreciso,todo hay que decirlo), un simulador de disparos con fáser, examinar un paciente con un tricorder, y por supuesto el famoso test de la Kobayashi Maru situado en el puente de mando, donde emular a Jean Luc Picard en su sillón del capitán.











El test final es entretenido, pero no somos Kirk, ¡no se puede ganar! La Kobayashi es destruida irremediablemente por los cruceros de batalla Klingon. La idea es demostrar las mejores aptitudes para rescatar a tantos supervivientes como sea posible de la nave que ha enviado el SOS, afrontando una situación límite sin salida. Dichoso Spock y sus ideas...









A la salida, tienda de Star Trek (con todo carísimo, para variar) y descubrimos que ha salido el sol y que son casi las 5 de la tarde o__o ¿¿dónde ha ido a parar el día?? Descartamos la visita a un submarino que hay al lado de las instalaciones, porque hay una cola tipo atracción turística top de Port Aventura en pleno agosto, y simplemente vemos el Concorde que también hay expuesto y bajo el cual mesitas de bar para sentarse. ¿Cafetería? Noooo, máquinas de bebida y una de chocolatinas que no funciona, ¡falta visión de negocio restaurantil!


Ahora hace sol, así que bus hasta Rockefeller Center dispuestos a almorzar/cenar, porque entramos en un Applebee atraídos por las hamburguesas y nos preguntan si queremos cenar XDDDDDDDDD


El buen tiempo no aguanta demasiado, un nubarrón tapa el sol pero no llega a caer más que alguna gota. Eso sí, parece que la humedad la hayan extraído del ambiente junto con el calor veraniego, porque ¡casi hace frío!



Descartamos visitar el mirador del edificio de la NBC y en cambio entramos en su tienda (que tardamos varias vueltas en localizar porque la han movido de donde estaba originalmente), compramos un par de cosillas, y de ahí metro hasta el apartamento. Son casi las ocho, tiempo de ducharse, preparar la bolsa para mañana Washington, y poner a cargar todos los trastos y el despertador a las 4:30 de la madrugada x_x

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