27 oct 2017

De la República Catalana y el 155 de la Constitución Española

Voy a intentar ser neutral, pero aviso que no voy a cortarme un pelo y que va a ser largo.
Hoy se ha proclamado la República Independiente de Catalunya.
Hoy se ha disparado el artículo 155 de la Constitución Española.
Hoy se ha producido un choque que llevaba años anunciándose.

¿Por qué estamos aquí?
  • Porque durante los últimos quince años o así (por no decir lo que va de siglo), los partidos independentistas catalanes han ido ganando cada vez más apoyos hasta que su representación en la Generalitat les ha permitido, ¡qué cosas!, llevar a cabo lo que iba con su programa electoral: proclamar la independencia. Y pensemos como pensemos al respecto, al menos admitamos esto: el independentismo catalán a principios de siglo era minoritario, MUY minoritario. Salían de los primeros 20 años de la democracia, sin comerse un rosco, hasta que de pronto el apoyo social empezó a crecer y esa lejana meta inalcanzable empezó a perfilarse en el horizonte, poquito a poquito. Y digo poquito a poquito porque no ha sido hasta hoy, casi otros 20 años más tarde, que se ha conseguido llegar a ella (si para bien o para mal, o si para unas horas o en adelante, ya veremos y el tiempo dirá). Así que no sé vosotros, pero creo que tanto si nos gusta lo que ha pasado como si no, TIEMPO DE NARICES hemos tenido para hacer algo al respecto. Los unos ya lo han hecho, ¡felicidades por el nuevo país! Los otros, ¿hola, hay alguien en casa, McFly?

¿Cómo empezó la cosa?
  • La esperanza. El principio del fin. O como queráis llamarlo, es igual: el principal impulsor del independentismo catalán hay que buscarlo en el Partido Popular un ya lejano 2004, tras los atentados islamistas del 11M, justo a las puertas de unas Elecciones Generales que el PP perdió estrepitosamente por mentirnos a todos los españoles a la cara diciendo que había sido ETA. Recordemos. Ese año Aznar finalizaba su segunda legislatura con mayoría absoluta. Venía de meternos en la desastrosa guerra de Irak sin preguntar a nadie, desoyendo los MILLONES de españoles que salimos a la calle para protestar, y engañándonos con las armas de destrucción masiva que los inspectores de la ONU no se cansaron de repetir que no existían. Salíamos de una legislatura en la que el PP de Aznar hizo y deshizo con la tiranía a la que ahora ya nos tienen tan acostumbrados de ordeno y mando y mentiras y decretazo, que tan natural nos parece. Veníamos de una época en la que Aznar había pasado de hablar catalán en la intimidad (su primera legislatura, con el apoyo de Jordi Pujol para derrocar al corrupto y en horas bajas PSOE de Felipe González) y pasamos a verlo despanzurrarse con toda su megalomanía con los pies sobre la mesa en el rancho de George Bush. Descubrimos o descubrieron o llevaban tiempo practicando o todo ello que se hizo evidente, que los miedos viscerales dan muchos votos y que son muy fáciles de recolectar: ETA perdía fuelle y la fuente se secaba, así que como esa segunda legislatura había sido muy antipática para todos, se había forjó o se mostró en toda su gloria la cara anticatalanista y antipática del PP. Ya antes de los atentados del 11M, el PP estaba tratando de manchar con ETA los partidos de izquierdas catalanes porque Esquerra Republicana había despuntado con cierta fuerza y se había unido a un tripartito en la Generalitat que había desbancado a la hundida (y corrupta) CiU de Jordi Pujol. Y claro, manchando al PSC se manchaba al PSOE y por tanto se lo debilitaba en las generales. Plan redondo. Pero los atentados dieron la vuelta a la tortilla, el PP quedó en evidencia como el partido que los había propiciado por la Guerra de Irak, como el partido mentiroso que mantuvo la autoría de ETA para no perder votantes, y el argumentario terrorista se les vino encima y los hundió en la miseria. Yo aquél día dejé de considerar al PP como un partido a votar jamás, y desde entonces no he hecho más que reafirmarme en mi decisión.

¿Y cómo continuó?
  • Con la debacle del PP esas elecciones generales, y la primera legislatura de Zapatero. En el PP no lo superaron; y ya con Rajoy a la cabeza, el partido mantuvo/apoyó/se benefició cuanto pudo de la sucia campaña de intoxicación que se orquestó durante al menos los tres años siguientes, la llamada teoría de la conspiración, siempre tratando de justificar la mentira de la autoría de ETA de los atentados o una increíble asociación marciana entre PSOE y terroristas para dinamitar las elecciones y alzarse con la victoria. Hubo manifestaciones por Madrid y diversas ciudades casi cada fin de semana, con grandes pancartas, asociaciones de víctimas que seguían al dedillo la cantinela, con consignas contra Zapatero y su gobierno, y todo coreado con la Conferencia Episcopal y sus seremones, muy beligerante en aquella época. Esos años se emponzoñó el panorama político español, para siempre. Y se polarizó a la opinión pública entre los de "queremos saber la verdad" y los que ya la sabíamos porque sólo en este trozo de península se emperraban en inventarse lo contrario. Todos recibimos mierda, directa o indirectamente. Mucha. Y pason los años, ETA ya no pintaba nada, el bulo del 11M ya no pudo sostenerse por más tiempo, y el PP se dirigió con toda su artillería al siguiente enemigo de su particular lista: los catalanes y su tripartito, para a través de ellos seguir perjudicando al Usurpador Zapatero. Y es que con Zapatero en la Moncloa y Montilla en la Generalitat, eran tiempos aparentemente dulces: el catalanismo, que no el independentismo porque seguía muy minoritario, quería un mejor encaje en el tejido autonómico, ZP era receptivo "apoyaré..." y se votó legalmenteun Estatuto de Autonomía que para el PP entre otros crímenes, el principal fue poner en el preámbulo que Catalunya es una nación dentro del Estado Español. Al PP se le atragantó, o hizo ver que se le atragantaba, y no paró hasta que nos lo atragantó a TODOS los demás. El PP puso urnas, puso papeletas, y recogió votos por toda la geografía, tres millones de votos según un ufano Rajoy haciéndose la foto con cajas y cajas de papeletas detrás. Pagó obscenas campañas publicitarias, anuncios de radio infumables... Y la batalla se recrudeció en la pugna por el control del Tribunal Constitucional, poniendo y recusando magistrados y tirando de los hilos para conseguir que lo que no gobernaba el PP por estar en la oposición, lo trasladaba a los juzgados y litigaba allí haciendo uso de los tejemanejes que ya todos conocemos demasiado bien de los que creo que nadie duda. El Estatut pues fue tumbado por unos, pasado a cepillo por otros, y copiado por todas las demás Comunidades Autónomas que en una carrera frenética redactaron y aprobaron sin votación de la ciudadanía sus respectivos calcos. En Valencia por ejemplo, un crecidísimo Francisco Camps (ahora sabemos que era todo pus corrupta lo que había debajo), tuvo la genialísima idea de meter un artículo tan delirante que decía algo así como "cualquier ventaja que consiga catalunya, también la obtendrá Valencia".

El punto de ruptura
  • En 2010 finalmente el Estatut de Catalunya, votado por una amplísima mayoría de catalanes que sólo querían un encaje un poco distinto, fue finalmente tumbado y remozado y devuelto zombie e irreconocible a que trabajara. Mucho talante, pero entre los barones Socialistas y los esbirros Populares, hicieron confetti de él. Era además una mala época en la que muchas cosas se hicieron mal: había explotado la patata caliente de la burbuja inmobiliaria, Zapatero era un títere con talante pero sin cabeza que antes de que abriera la boca ya tenía al PP diciendo lo contrario por TV desde la calle. La opinión pública estaba hundida, polarizada, intoxicada y desmotivada. Y el PP volvió a ganar unas elecciones. En este puñetero país, cuando uno te pega un pescozón, vas y te acercas al otro; y si te falla, vuelves al que te pegó anteriormente para, no sé, que te meta otro pescozón más fuerte por haberlo dejado en la estacada ese tiempo.  Muy inteligente, del nivel de gritarle a la policía que va a apalear a tus vecinos, "¡a por ellos!" sin pensar que a lo mejor, sentado el precedente, el próximo serás tú. Así nos va. El PP se creció, su sucia campaña fue recompensada con creces y no sólo no cesó en su mezquindad hacia Catalunya, sino que ahora continuó pero desde una posición de poder y dominancia. ¿Parar para qué? Uno habría pensado que habiendo tumbado el Estatut, ganado de nuevo la Moncloa y con el PSOE bajo mínimos, se dedicarían a gobernar y/o a robar presuntamente a discreción, y dejaría tranquilo al catalán y demás zarandajas en el cajón de la propaganda barata oposicionera. Yo me lo pensé. Yo lo deseé. Pero no sucedió. Demasiados votos demasiado fáciles demasiado tentadores demasiado dulces para unos sucios y viles rastreros sin programa electoral. No lo digo por decir, sino porque lo he visto y vivido todos estos años, que no son pocos. Para el PP, seguir sin comerse un rosco electoral en Catalunya era la puñetera piedra en el zapato de su, no sé, plan magistral de dominación de España; así que siguieron jodiendo la marrana erre que erre a cuenta de los catalanes. A conciencia y a sabiendas que al final le darían tantas alas al independentismo, que se acabaría declarando la independencia como ha ocurrido hoy y ellos tendrían que entrar como dioses salvadores de la patria. A fe que los aplausos entusiasmados hoy en el Senado aprobando el 155 como quien planea una excursión al campo, me lo corroboran punto por punto, coma por coma. Vomitivo.

Viento en popa a toda vela
  • Sí, ya nos acercamos a hoy. Tenemos pues el PP instalado cómodamente en la Moncloa y un montón de medios de comunicación echando pestes del gobierno catalán por cualquier cosa que hicieran, lo raro, lo extraño, lo increíble, es que el independentismo no creciera cada vez más. ¡Claro que no! Oxígeno va oxígeno viene, que no se apague la caldera. Cuantos más nazionalistas, más patriotas. Y como España es más grande que Catalunya, ¡qué negocio para el partido patrio! Y como bonus: reduciendo cualquier problema a la bandera, no hay matices ni discusión posible: o estás conmigo o estás contra todo. Por eso va así va el PSOE: ahora digo esto, flojito; ahora lo retiro, de reojo; ahora me lo pienso, un poquito; ahora lo digo, pero me desdigo. Y no, no soy tonto: los partidos independentistas se han aprovechado hasta el hartazgo de la situación. Madrid esto. Madrid aquello. Madrid lo de más allá. Pero Madrid no me grites que no te escucho y echando más leña al fuego, que hay demasiadas corruptelas en el aire y esto va de fábula para taparlas todas. Porque resulta que con la crisis, muchas bocas que chupaban del bote del PP dejaron de recibir. Y algunas se fueron de la lengua. Valencia rebentó como la masa purulenta que era: Que si la Gürtel. Que si el Bigotes. Que si el Tesorero. Que si los trajes. Que si los sobres. Que si el rescate bancario. Que si la amnistía fiscal. ¡Mariano, más madera que volvemos a la oposición o peor, nos vamos al banquillo de los acusados! Y ahí que el PP de Mariano, corrupto hasta la médula, puso la directa y sin freno. Dicen que lo de Puigdemont ha sido una huída hacia adelante; pues bien lo del PP ha sido una puñetera carrera espacial hacia los confines del universo para llegar hasta donde ningún corrupto ha llegado nunca.

Y sí, se veía venir
  • Digamos que en Catalunya, desde que se tumbó el Estatut en 2010, cada 11 de Septiembre la Diada ha sido cada vez más reivindicativa. Más gente. Más estelads. Cadenas humanas. Vistosos punteros de atrezzo. Demostraciones cada vez más imaginativas y multitudinarias. ¡Ey! ¡Hola! ¿Madrid? ¡Nos queremos independizar! ¿Eooooo? ¡Que ya todo son esteladas y no hay senyeres! Eooo, que llevamos ya unos cuantos años diciéndolo. ¿Hola? Mira que nos vamos, ¿eh? ¡Que cada vez somos más! ¿Hay alguien? ..... No. No hay nadie. El PSOE en la oposición anda como un pollo descabezado y sin rumbo, canibalizado desde dentro y apuñalado por fuera. A Podemos y los demás partidos los han acribillado con tanta mierda y a base de bien, que antes de que abran la boca ya les están ninguneando. Y el PP ahí arriba anda frotándose las manos porque eso que no querían hacer es lo que estaban deseando tener excusa para hacer. En todo este tiempo, en todos estos años, ni una puñetera concesión, ni una palabra amable, ni siquiera un puñetero vamos a ver si les damos algo de morralla y se callan un poco estos pesados. NADA. Un ascazo hablando en plata y mal, porque les interesaba más la crispación e ir quitando competencias poquito a poquito, que el buenrollismo. Así que por todo eso, y por mucho mucho mucho más que se queda en el tintero, que hoy estamos como estamos.

Y ahora, ¿qué?
  • República Catalana por un lado, y artículo 155 de la Constitución por el otro. A un lado, muchedumbre celebrando la independencia, y al otro unos señores de crucero que en vez de paloselfies llevan paloporras y que están deseando salir a estirar las patas. ¿Qué nos deparará el futuro? A mi ya casi que me da igual. Al PP se le ha permitido cruzar tantas líneas rojas en todo este tiempo, se le ha dejado hacer de todo y más sin que nadie se haya escandalizado, se le han reído tantas gracias hasta cuando destruía discos duros de tesoreros soplones a martillazos, se le ha perdonado que tengan más imputados que el más selecto de los clanes mafiosos, que aquí los tenemos, dando lecciones de democracia y legalidad sin que nadie se atreva a decirles nada. Un PP que no debería estar gobernando, porque está en minoría y no puede ni tirar adelante los presupuestos generales del estado, que estuvo en un tris de tener que repetir las últimas elecciones generales porque nadie quería sumar con ellos y con Ciudadanos no daba... aquí lo tenemos, más chulo que un ocho, agitando la Constitución como un radical señalando infieles con el libro sagrado en la mano. Así no se hacen las cosas. Así no se gobierna un país, sino que te aprovechas de él y de sus gentes. Así no se mantiene la unidad. Así sólo se vive del cuento, del mal rollo, de las tensiones, de las cortinas de humo, y de saber que toda la puñetera maquinaria mediática y jurídica es tuya y que vas a irte de rositas pase lo que pase mientras los demás van a morder el polvo a poco que digan algo que no te gusta. Nos esperan unas semanas de miseria democrática, y no porque unos hayan decidido irse a la brava inventándose sus propias normas y ejecutándolas sobre la marcha; sino porque los que tenían que velar y evitar que esto jamás llegara a ocurrir, se han dedicado a todo lo contrario para mantenerse en el poder, vivir del cuento, esconder sus vergüenzas, y llegado el momento crítico, llenarse la boca de leyes y hacer y deshacer como dictadores sin que nadie ose deciles nada.

Conclusión
  • Si has llegado hasta aquí, enhorabuena. Quizá ahora esperabas una condena rotunda de la proclamación de la República y todo eso. Lo haría si el PP hubiera tratado por activa y por pasiva de solucionar la cuestión. Lo haría si hubiera habido voluntad de dar algo, de ofrecer algo, de ceder en algo, de negociar algo, de arreglar el problema o de enfrentarlo de forma constructiva. No lo ha habido. Ni siquiera lo han llegado a considerar. El PP simplemente se ha destapado como un partido obscenamente corrupto, vil y despreciable, nadie ha osado llevarle la contraria, nadie ve más allá del capote del patriotismo, y creo que ya nadie va a poder moverlo del poder. Suya es la responsabilidad de lo que ha pasado: ha polarizado, ha radicalizado, ha dado alas a los separatismos hasta llevarlos al punto de ruptura para poder poner en marcha medidas extraordinarias que se dedica a aprobar entre aplausos y ovaciones eufóricas de los suyos, ya que en realidad en el Senado, no hay otros. El independentismo pues ha sido la consecuencia lógica de esta manera de actuar, y da igual si podían haber hecho las cosas de forma distinta porque a fin de cuentas se les ha teledirigido para que consiguieran lo que llevaban en su puñetero programa electoral y poder señalarlos y actuar. El independentismo es el fuego de un incendio provocado, y para mi los responsables son los que lo han alimentado y el PP se ha cuidado de darle todos los balones de oxígeno y toda la leña que han necesitado y más. Así que al César lo que es del César, y si estamos así es única y exclusivamente culpa del PP y es a él y a su bancada de corruptos a quienes tendrían que estar aplicándole extraordinarias medidas judiciales.

PD: Siento mucho la extensión y no haber sido tan políticamente correcto como otras veces. A veces hay que decir las cosas por su nombre, y hoy ha sido un día lo suficientemente excepcional como para poder darme el lujazo de pasarme tres pueblos y quedarme tan ancho. A fin de cuentas, si la clase política no es políticamente correcta ni entre ella, ¿por qué narices debería serlo yo?

1 comentario:

  1. Mil veces de acuerdo con todo el discurso. El PP ha sido designado por decisión divina, al igual que en siglos anteriores los reyes lo eran considerados. Y así se ven ellos. No podemos hacer frente a tanta desidia. Vendrá la ley, los palos, y el temor. Aunque sueño recibir el dialogo, la negociación y los acuerdos.
    Toni, llamas a las cosas por su nombre. Estoy al 100% con tus opiniones. Estemos todos unidos pensemos como pensemos y que pase lo que tenga que pasar.
    Un abrazo

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