Seguimos hasta encontrar el Forbidden Planet y tras curiosear...
...a la salida topamos de casualidad con una librería importante, Strand, que nos llama la atención porque anuncian el último libro de Harry Potter del que han hecho obra de teatro, ¡qué recuerdos!
Seguimos hasta Washington Square, otra plaza con árboles, muchas ardillas, un tipo tocando el piano y una banda de música tipo jazz muy molona. Nos hacen una foto con una Polaroid de estas nuevas fashion que están promocionando a modo revival.
Dejamos a un lado el Washington Centenial Memorial Arch, el cielo se encapota a ojos vista y buscando por las inmediaciones topamos con un localillo donde en la carta de comidas del exterior, comentan cosas de pokémon para animar a la gente a entrar y tomat algo.
Finalmente encontramos el edificio de Friends, cae una lluvia ligera y tras las fotos de rigor empezamos a buscar donde comer.
El local del edificio está petado de gente y no hay wifi, así que enfilamos hacia Wall Street y a medio camino paramos en un Pret à Manger y almorzamos para aprovechar el wifi gratis y el aire acondicionado. La lluvia no acaba de decidirse mientras estamos ahí, pero conforme el medio día da paso a la tarde, las nubes aumentan. Salimos dirección al edificio de bomberos de los cazafantasmas, y la lluvia fuerte empieza tal cual llegamos. Y resulta que está en obras por lo que no se ve la fachada, cubierta bajo un denso andamio, así que desilusionados nos refugiamos debajo, hacemos fotos de rigor (yo iba todo ilusionado con mi camiseta de Ghostbusters), y decidimos seguir hacia la Zona Cero.
La lluvia va en aumento, compro un paraguas no demasiado compacto y si demasiado caro en una tienda random, y tras un par de fotos desde la base del rascacielos...
...entramos en Century 21 que es un outlet enorme de marcas de ropa y complementos y un poco de todo, y allí los paraguas están muy baratos y mucho compactos. Compramos algunos souvenirs, salimos bajo la lluvia de nuevo en busca de un Starbuck cercano (el que había nada más salir estaba desbordado, literalmente) y nos estamos tranquilamente como una hora descansando hasta las 6 que cierran y nos echan a los que quedábamos bastante expeditivamente. Nos dirigimos al extremo sur para coger el ferry de Staten Island, que es gratis y hace la ruta de ida y vuelta las 24 horas del día. Es cubierto, con grandes ventanales que al ser verano están abiertos, pero no acertamos a sentarnos en la banda correcta: la estatua de la Libertad queda a babor. A pesar de esto la vista es estupenda, con el skyline de New York empequeñeciendo conforme nos alejamos y el ferry va tratando una amplia curva.
Al llegar a la isla, nos hacen salir hasta el hall y allí podemos volver a hacer cola para entrar al mismo barco, nos colocamos en la misma banda que antes y ahora sí los 20 minutos de vuelta encarados a la estatua de la Libertad, con un gran momento fotográfico en que se abarca la estatua y el skyline de la ciudad en la misma toma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario